viernes, 20 de febrero de 2015

Relaciones...

Relaciones, del índole que sean, las relaciones son un tema, al menos para mi. Cuando uno establece relaciones con otras personas algunas cosas cambian, eso si estás dispuesto a generarlas; ser hija/hermana/amiga/nieta/sobrina/polola requiere entrega, tiempo, disposición, auto-control, etc... -no contemos lo que significa ser madre o padre, eso da para otro tema-, pero en este momento de la vida, en el grupo de los veinte, y antes de eso, uno genera muchas relaciones. 

Por alguna razón, siempre he cuestionado mi forma de relacionarme con los demás -a veces me siento marciana, una marciana sociable-,  si bien, no me cuesta mucho relacionarme con otras personas, genero vínculos rápido y puedo mantenerlos, cuando aparece una nueva persona en mi vida, suelo entregar lo que me nace -en ocasiones, extrañamente, entrego mucho, solo por una especie de "química"-, cuando no abusan de lo que puedo dar, todo es maravilloso, pero cuando abusan... ahí me siento hurtada. Es por esta razón que tengo pocos amigos en mi vida, se cuentan con una mano, los otros son conocidos, conocidos buena onda, conocidos de carrete o cuasi amigos. 

En mi sistema, la mayoría de las personas busca el beneficio propio en las personas que pueden conocer, y luego desechan. No sé si estoy de acuerdo con eso, me parece frío y displicente... personalmente, cuando conozco a alguien y siento una energía o vibra a favor de la persona, me dispongo a conocer y saber si hay cosas en común; generalmente, encuentro algo atractivo en todos, rara vez dudo, y me dan ganas de conocer más. Me gusta compartir, y no ando en busca de beneficios personales, o conseguir algo mediante las personas -viene de cerca, pero es la verdad-, siempre soy transparente, y si puedo ayudar a alguien, lo hago, sin esperar que se devuelva la mano. Tal vez, ilusa, yo prefiero decir desinteresada.

Ahora bien, ser hija o lo que sea que puedas ser teniendo un vínculo sanguíneo y relación directa es del tipo de relación que no se escoge, por lo que no es materia cuestionable. 

Siendo polola... esa es una relación a la cual uno pone muchas cosas en la balanza, y digamos, uno apuesta contra si mismo que escogió a la persona indicada, suele auto-convencerse, hasta que las cosas decantan. 
Ser polola, para mi, ha sido un rol que me tomo muy en serio, me gusta dar lo máximo, sobretodo cuando he escogido; aunque no me exijan, doy todo, y no siempre me doy cuenta cuanto ha sido... 

Para mi las relaciones son complejas, a veces siento que no llego a la meta -jaja, como una teletón relacional-, que siempre falta entregar algo, que no cumplo con las expectativas de los demás, que no soy suficiente, etc. Creo que no entrego como los demás esperan, o bien, no en la misma medida... es agotador, honestamente, me cuesta entender que es lo que hago que siempre y en todo plano relacional termino sintiendo exactamente lo mismo...

El día que encuentre personas que entreguen como yo y sientan que es la forma que les acomoda , tal como a mi, mis relaciones serán legítimas...